miércoles, 26 de diciembre de 2012

Acaso el miedo (A la soledad)

Te acosan en las noches rojas
las lascivas pasiones rotas
que tejiste por ser un idiota
queriendo solo un nombre
inventando a la persona.

Fuiste una victima mas
de aquellas ilusiones insensatas
de esas calumnias baratas
y al final las horas que matan
despejaron el cielo para entrar.

Jugaste al inútil amor,
del mago viejo vino la fantasia
y entre conjuros ocultos
no resulto sino una maldicion,
fuiste el perdedor, esto fue traición.

¿Como poseer almas sin valor?
Fue abstracto ese rostro
entre retratos de antaño,
los cuadros sin esencia,
y el hechizo fue tu engaño.

Del infierno de tus ojos
ardieron mis pecados vagos,
mis arrepentimientos tan raros
quisieron no conocerte en esta vida,
mas bien me condenaste
a tu pasión tan prohibida.

Deseabas ser tan querida,
Ah! Aquellos anhelos tan suicidas
como la roca que del cielo castiga,
cae el fuego, nos queman las heridas
y quieres ser enfermero y curarte,
Oh! Pobre y triste el proposito de tu vida.

No se,  si compadecerme o no,
del mal tan fatal que padeces,
o me das una patética lastima
aunque creo que no la mereces.

Cuan aburrida parece tu existencia,
que no sobrevives sin alguien mas,
sin caricias, por mentirosas que sean
las necesitas como droga y alimento,
el amor es un efímero momento.

Acaso es el miedo a la soledad
o le temes al vacio tan propio
que te agobia en tu hogar,
de miradas ocultas en lo oscuro,
de las fugaces sombras que te siguen
y pensar que sin alguien no tienes futuro.


A.T.

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