sábado, 26 de julio de 2014

Prolongación (Parte I)
















- I -
En el ápice de mi corazón
aún quedan vagos vestigios de ti,
como raíces de un árbol moribundo
que se niega a dejar de existir.

Quedan hojas sueltas y ramas rotas,
como palabras que quedaron calladas
y cada fragmento que quedó en mi pecho
donde solía estar un corazón.

Y la sombra de tu rostro
 y el ruido de tu nombre,
el tacto de tus manos,
el amor de tus ojos,
todos huirán al llegar la mañana 
en que mi deseo por ti arda.

A.T.
(Continúa: Parte II)

Vida inconclusa

La jornada del reloj,
la película sin final,
el café que se enfrió
y el verano que no vino;
las veces que no llegaron
y aquel poema a medio escribir,
lo que intente amar
y lo que jamás logré odiar,
el libro que abandoné
y las mentiras que no dije,
el viaje que no hice,
el paso que nunca dí,
la vida inconclusa
que no terminó
cuando morí.

A.T.

lunes, 21 de julio de 2014

Manicomio

Yo creí querer
y terminé
queriendo dejar
de creer
que entre
el amor
y el querer
existe algo
que es malo
aunque
hace bien.

Tan bien
hace
ese mal
que sin ti
todo falta
y me sobran
recuerdos
que inundan
mis ojos
y la lluvia
en mi cara
es resultado
de mi vida
salada.

Y aunque
no te tenga
y aunque
no seas mía,
conservaré
tu mirada
que enloquecía
mi alma
y a mi corazón
volvió
manicomio
de tus besos
que jamás
se curarán.

A.T.

jueves, 17 de julio de 2014

Madrugada iluminada














Madrugada iluminada por la luna,
yo te pienso en mi cama mientras
tú sueñas profundo en tu cuna
con un amor perfecto y sin fortuna.

Madrugada iluminada por la luna
despierta mis ganas de soñarte
y no levantarme a la realidad,
déjame que viva mi sueño ideal.

Madrugadas como muchas otras
en las que pude despertarme
y pensarte a estas horas fortuitas
en la luminiscencia de la luna
que conserva la ausencia de miel.

A.T.


viernes, 11 de julio de 2014

Quiero que sepas... (Carta sin remitir)
















Quiero que sepas en la distancia que has interpuesto
que no han habido días iluminados solo días grises,
que no han pasado minutos sin dejar recuerdos tuyos,
que desde el último abrazo que te dí tengo mis brazos vacíos,
que quise suicidarme con un beso tuyo aquel día tan triste,
que todavía conservo nuestras fotografías por si me invade
la nostalgia.

También quiero decirte y aunque ya lo suponías, que éste no es el fin,
no lo es a menos que me olvides, que yo te quiero y siempre lo haré,
aunque intente amar a alguien más un rastro como el tuyo no es fácil de borrar,
ni lo será, y que si en otros labios encuentro consuelo, será solo eso, consuelo
y nada más, que mis mejores días y mis mejores intenciones quedaron
contigo y con nuestra historia la cual es fiel aunque un recuerdo cruel
para mi corazón que tiene muy buena memoria.

Además quiero que sepas que sigo viviendo, sigo en esta existencia vacía
que sin ti es un poco absurda, que no puedo sacarme las espinas
y que tampoco quiero, quiero que seas mi martirio y mi delirio
por todo el tiempo que me reste, sabré así que pude quererte más
de lo que llegué a hacerlo en el efímero momento que tuvimos,
que no alcanzó para demostrarnos lo que sentimos, que paso lo que paso
y que no hubo remedio.

Ya me iré despidiendo pero antes de hacerlo quiero pedirte
un último favor, que si me quieres o me quisiste luego de leer esta carta
que para mí escribirla ha sido triste, quiero que la rompas para que me liberes,
pues me quedé atrapado en estas líneas tan inexactas que te dirijo,
tan llenas de ti y tan vacías de mí, salidas puras del corazón y escritas por mi mano
imperfecta, no sé si decirte adiós o hasta pronto, solo puedo decirte que te quiero
y no olvides que todavía hay latidos que gritan tu nombre en el silencio de mis noches.

A.T.

jueves, 10 de julio de 2014

Signos de vida













Pasan ligeras las horas
y pasa el día intrascendente,
pasa delante de mí la vida
que por ratos se pierde.

Pero llega la tarde
y entra la calma,
poco a poco todo merma
su viaje interminable.

El sol se oculta
en su necedad
y vienen la oscura
y eterna noche.

Y en el frío nocturno
aún recuerdo el dolor
y como se sentía
el aquel  tierno amor.

El sueño me vence,
pienso en la muerte
pero mi corazón late
aún con signos de vida.

A.T.

miércoles, 9 de julio de 2014

Otro cuento

















Fuimos otro cuento,
otra historia más,
un relato con principio
y un final sin gloria,
una burla de la perfección,
una aniquilación de ideales,
un destino lleno de males;
fuimos otro cuento
que el tiempo contará
o en su infinidad cruel
algún buen día...
la distancia olvidará.

A.T.

martes, 8 de julio de 2014

Quiéreme















Quiéreme pero no me ames,
quiéreme para los besos
y para los abrazos,
quiéreme para las sonrisas
pero no me ames
que si me amas habrá llanto
y la eternidad será efímera.

Quiéreme pero no me ames
pues esa es mi voluntad,
quiéreme en el olvido
para que me puedas recordar,
y así en una llana memoria
todo el amor se extinguirá.

Quiéreme pero no me ames
para que no me sufras
y déjame el dolor de ti,
que si me dueles
sabré que te quise
y que te pude amar
aunque tú no a mí.

A.T.

lunes, 7 de julio de 2014

Mi mirada quiere hablar...












 Mi mirada quiere hablar
y esbozarte una sonrisa,
decirte palabras dulces
y deletrearlas sin prisa,
quiere saborear  tu cara
y quitarte la mascara
donde ocultas tu vista.

Mi mirada quiere hablar
a todo momento y a deshoras,
contarte cosas inexistentes
y que me las creas todas,
vivirlas por instantes
sin parar de vernos
mientras ellas nos hacen.

Mi mirada quiere hablar
decirte lo que siente
y que me respondas
con tu mirada inquieta
que te quedarás
aunque mueras.

A.T.

miércoles, 2 de julio de 2014

Invierno


Como lobos en una estación seca
Germinamos por todas partes
Amando la lluvia,
Adorando el otoño.
Un día incluso pensamos en mandar
Una carta de agradecimiento al cielo
Y en lugar de un sello
Pegarle
Una hoja de otoño.
Creíamos que las montañas se desvanecerían,
Los mares se desvanecerían,
Las civilizaciones se desvanecerían
Pero permanecería el amor.
De pronto nos separamos:
A ella le gustan los grandes sofás
Y a mí me gustan los grandes barcos,
A ella le gusta susurrar y suspirar en los cafés
Y a mí me gusta saltar y gritar en las calles.
A pesar de todo
Mis brazos se abren al universo
Esperándola.

Autor: Muhammad Al-Magut .