viernes, 28 de junio de 2013

Un gato herido

Merodeando la negrura de la noche,
acechando los misterios escondidos
de mi delicada naturaleza animal,
busco un lugar donde cobijarme
de la lluvia que me espanta,
quiero protegerme del viento
y evitar caer en manos del mal,
de los que me odian.

El temor crece a medida que me interno
en la noche donde mi libertad
solo he concebido por huir,
huir de mis heridas que provoca
la vida de un ser salvaje y delicado
por haber tenido antecedentes
de ser mal augurio, ahora soy enemigo.

En torno a mi solo van mis vidas
que sé, poco a poco se perderán,
tal como mis cabellos que caen
por agotarse mi tiempo e incrementarse
la edad y este envejecimiento absurdo.

Mis habilidades no son las mismas,
mi vision falla cuando voy por lo oscuro,
mis garras han dejado su filo en la juventud,
y las caricias que me brindaban aquellos
tiernos seres que me cuidaron de pequeño
parecen solo una historia de fantasía.


Tanto tiempo ha pasado sobre mí
dejando sus huellas imborrables en el ser,
ahora ya no me queda nada por sobrevivir
solo intento seguir en mis pasos que tiemblan
y esperar que me consuma esta herida
que no deja de sangrar y extinguir mi vida.

A.T.

Paseo Nocturno

Sueños sin vivir,
Palabras sin decir,
A la par de mi sendero
Ya no puedo ir.

Mágica sabiduría
Ven esta noche a mi
Y ponme en libertad,
Dale a mis ojos
Una linda luz
Para que pueda pasear
En esta noche sombría.

Vende esa luna,
Y oculta el sol;
Mi pecho esta abierto,
Estas invitada
A este paseo nocturno
Dentro de mi corazón.

A.T.

jueves, 20 de junio de 2013

Soneto Sacro N° X













Muerte, no te enorgullezcas,
aunque algunos te llamen
poderosa y terrible,
puesto que nada de eso eres;
porque todos aquellos
a quienes creíste abatir
no murieron, triste muerte,
ni a mí vas a poder matarme.
Del descanso y el sueño,
que son imagen tuya,
fluye mucho placer;
entonces mucho más
de ti ha de venir,
y muy pronto mejores
hombres van contigo,
descanso de sus huesos,
libertad de sus almas.
Esclava del destino,
la fortuna, los reyes
y los desesperados,
si con veneno, guerra
y enfermedad y amapola
o encantamiento se nos hace
dormir también,y mejor que
con tu golpe, de qué te jactas;
tras un breve sueño,
despertaremos a la eternidad
y la muerte dejará de existir.
Muerte, tú morirás.

John Donne
Poemas Divinos

Bajo la luz

El borde de la oscuridad
tan insistente en sus deseos
de saltar a su abismo y ver el fin,
el fin tan profundo y desconocido.

El viento que con ira va
en medio de todos y se cuela
llevando a su paso vidas
y lo que no sirve a la deriva.

Recuerdos frívolos intentan
no dejar las noches en el olvido
manteniendo así unido el pasado
con cualquier tiempo actual.

Rostros que no se entienden
entre miradas que nadie pide
quieren callar palabras sin importancia
y relegar al silencio de toda esta tortura.

Un intermitente movimiento
va intentando avanzar sobre su marcha
y unas sombras que bajo la luz
y sus hastíos buscan sus designios.

A.T.

lunes, 17 de junio de 2013

Otras caras

Saca de mis entrañas
la mala semilla sembrada
   el murmullo de un pasado
   que no me deja partir...

Oh! nuevas tierras
Oh! lamentos necios
       Todo le huye
        a mi vista desdichada...

Y entre una multitud
no encuentro nada
      Solo hay otras caras
      donde oculto está el amor.

A.T.

viernes, 14 de junio de 2013

La prohibición

Guárdate de quererme.
Recuerda, al menos, que te lo prohibí.
No he de ir a reparar mi pródigo derroche
de aliento y sangre en tus llantos y suspiros,
siendo entonces para ti lo que tú has sido para mí.
Pues goce tan intenso consume al punto nuestra vida.
Así, a fin de que tu amor frustrarse no pueda por mi muerte,
si tú me amas, guárdate de quererme.

Guárdate de odiarme,
o de excesivo triunfo en la victoria.
No es que yo a mí mismo haga justicia,
y me resarza del odio con más odio,
pues tú el título perderás de conquistador
si yo, tu conquista, perezco por tu odio.
Así, a fin de que mi ser a ti en nada perjudique,
si tú me odias, guárdate de odiarme.

Mas ama y ódiame también.
Así ambos extremos la función de ninguno cumplirán.
Ámame para que pueda morir del modo placentero.
Ódiame, porque tu amor es excesivo para mí,
o deja que los dos mutuamente, y no a mí, se destruyan.
viviré entonces para apoyo y triunfo tuyo.
Así, para que tú a mí, a tu amor y odio no destruyas,
déjame vivir, pero ama y ódiame también.

Versión de Purificación Ribes
Poema original de John Donne (1572 - 1631)

domingo, 9 de junio de 2013

El último suspiro

Dime si obtienes del silencio
mi lejano nombre, y si lloras
allí cuando surge la ternura
por nuestro pasado fugitivo.

Obligáme a creerte ahora,
tu que eres firme en palabras
con afanes tan absurdos
y cobardes de la razón.

Huye de ti, pues eres peligrosa
en cuanto un viento tu boca esboza,
hoy una función de engaños
perdió la cordura y se ha rebelado
en tu contra.

No encontré en ti la prometida paz,
y veo un momento que se marchará
con tu recuerdo y doy un ultimo suspiro
que dedicare en la noche a tu olvido...

A.T.