Se de demonios
que existen y rondan
mis puertas y ventanas
en dias de otoño.
Cuando el animo triste
deja pasar cualquier cosa
se nos filtra un demonio
con la espina de la rosa.
No hay vuelta atras
cuando lo intentas
echar afuera y no se va,
solo permanece.
Detras de esa mirada
se ahoga una voluntad
que quiso sacar
a la bestia indormible.
Tu cuerpo es la prision
placentero el encierro
para ese demonio
que llevas dentro.
A.T.
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