domingo, 1 de abril de 2012

El viento llameante (Despidiendo el ocaso)

En el alba dolorosa
de un sol quemante
en la tierra que perdimos
a esa perla o ese diamante

Culminando el desvelo
de una noche tormentosa
queda aqui, en este suelo
un adios y una rosa

Imitando una realidad
acostumbrada a vivir
bajo un temor, un miedo
al que no podemos sobrevivir

Las sombras ya no hablan
ni contemplan los cuerpos
que desvanecen en suspiros
que hieren al corazon

Lo humano sostiene
el dolor en su interior
esperando unas palabras
que despierten tal ardor

El viento parte con nosotros
al mundo desconocido sin luz
podemos suponer que existe
y creer que viviremos alli

En la eternidad desentendida
por las palabras escritas
mantenemos una esperanza viva
siempre en promesas antiguas

En el meridiano del dia
el dolor aun no adormecia
lo que parece un mentira
de una triste partida

No existe soledad
solo ausencia efimera
de años de humana duracion
pero segundos para Dios

En la tarde partiremos
con el sueño del ocaso
hacia un viaje infinito
me despido hoy, hasta siempre

Les recordare aqui
en el viento llameante
de esta tarde de dolor
amarga tristeza, curala
Oh! Dios de esperanza eterna.

A.T.

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