Llévame
al paraíso
donde
la felicidad se hizo,
donde
abundan las risas
y
se rompen los hechizos.
Llévame
entre jardines
de
hierbas hermosas
y
delicadas rosas
que
adornan las sendas.
Llévame
allí donde Dios goza
de
su creación grandiosa,
lugar
de esperanzas únicas
y angelicales promesas.
Llévame
donde la bondad abunda,
donde
el cielo y el mar se juntan,
donde
sirenas y ángeles juegan,
donde
siempre es primavera.
Llévame
donde todo no importa,
donde
no hay mas alas rotas,
llévame
¡oh! muerte ,
que entre mis días rebosas,
llévame
al paraíso
del
que solo eres puerta
a
una dichosa vida eterna.
A.T.
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