jueves, 31 de enero de 2013

El Perro y el Frasco - Charles Baudelaire

-Lindo perro mío, buen perro, chucho querido, acércate y ven a respirar un excelente
perfume, comprado en la mejor perfumería de la ciudad.
Y el perro, meneando la cola, signo, según creo, que en esos mezquinos seres
corresponde a la risa y a la sonrisa, se acerca, y pone curioso la húmeda nariz en el frasco
destapado; luego, echándose atrás con súbito temor, me ladra, como si me reconviniera.
-¡Ah miserable perro! Si te hubiera ofrecido un montón de excrementos los hubieras
husmeado con delicia, devorándolos tal vez. Así tú, indigno compañero de mi triste vida,
te pareces al público, a quien nunca se ha de ofrecer perfumes delicados que le exasperan,
sino desechos cuidadosamente elegídos.

Por Charles Baudelaire, de Pequeños Poemas en Prosa.

A.T.

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