Si la noche esparciera sus nubes
y el cielo quedara limpio al fin,
las estrellas conseguirían brillar
para guiar mi camino hacia ti.
Mi camino hacia ti, ese mismo,
el que deseo andar, aún por el frío,
o por la niebla, yo lo seguiría
con pasos firmes en lo incierto.
En lo incierto del mañana,
haría que importe cada día,
cada mirada y todas a la vez,
y si el beso llega, todo estará bien.
Estará bien solo por tu presencia
y no exagero si digo que en mi sonrisa
tu nombre se dibuja, y tu rostro
es la parte favorita de mis paisajes.
A.T.
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