viernes, 11 de julio de 2014
Quiero que sepas... (Carta sin remitir)
Quiero que sepas en la distancia que has interpuesto
que no han habido días iluminados solo días grises,
que no han pasado minutos sin dejar recuerdos tuyos,
que desde el último abrazo que te dí tengo mis brazos vacíos,
que quise suicidarme con un beso tuyo aquel día tan triste,
que todavía conservo nuestras fotografías por si me invade
la nostalgia.
También quiero decirte y aunque ya lo suponías, que éste no es el fin,
no lo es a menos que me olvides, que yo te quiero y siempre lo haré,
aunque intente amar a alguien más un rastro como el tuyo no es fácil de borrar,
ni lo será, y que si en otros labios encuentro consuelo, será solo eso, consuelo
y nada más, que mis mejores días y mis mejores intenciones quedaron
contigo y con nuestra historia la cual es fiel aunque un recuerdo cruel
para mi corazón que tiene muy buena memoria.
Además quiero que sepas que sigo viviendo, sigo en esta existencia vacía
que sin ti es un poco absurda, que no puedo sacarme las espinas
y que tampoco quiero, quiero que seas mi martirio y mi delirio
por todo el tiempo que me reste, sabré así que pude quererte más
de lo que llegué a hacerlo en el efímero momento que tuvimos,
que no alcanzó para demostrarnos lo que sentimos, que paso lo que paso
y que no hubo remedio.
Ya me iré despidiendo pero antes de hacerlo quiero pedirte
un último favor, que si me quieres o me quisiste luego de leer esta carta
que para mí escribirla ha sido triste, quiero que la rompas para que me liberes,
pues me quedé atrapado en estas líneas tan inexactas que te dirijo,
tan llenas de ti y tan vacías de mí, salidas puras del corazón y escritas por mi mano
imperfecta, no sé si decirte adiós o hasta pronto, solo puedo decirte que te quiero
y no olvides que todavía hay latidos que gritan tu nombre en el silencio de mis noches.
A.T.
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