martes, 27 de enero de 2015
Adherido a ti
Me hubiera quedado adherido a tu piel
Para no tener que decirte adiós,
Ni soltarte de entre mis brazos
Y así me siguieras dando de tu miel.
Me hubiera quedado cerca de tu cuerpo
Y así no tener que extrañar
Ni tener que esperar al tiempo
Que nos acercará de nuevo.
Me hubiera quedado adherido a ti
A tu alma que exalto aquí,
Entre mis imperfectos y humanos versos
Que te dedico esperando tu regreso.
A.T.
lunes, 26 de enero de 2015
Estás...
Estás en la sombra de aquel árbol,
En la luz de aquel sol,
En el ocaso que nos miraba
Y que contemplábamos los dos.
Estás en las largas caminatas
Y en nuestros pasos sin dirección,
Estás en el deseo de verte
Y en la ansiedad de mis ojos.
Estás allí, en muchos lados
En mis labios por ejemplo,
En los amaneceres y en las tardes
E incluso en las noches que no te tengo.
Estás en mi palpitar,
En el paladar de mi boca,
En mis absortos momentos
Cuando en mi despiste te pienso.
Estás en el recuerdo
de aquel puente;
en el roce de mi mano
cuando te besé de frente.
Estás porque estás,
Y es que estás tanto que
Aún cuando no estás
Tanto te siento, aquí dentro.
A.T.
viernes, 23 de enero de 2015
Anhelo
Que tu voz se vuelvan los versos
De esta tarde sin umbral,
Que el entreabrir de tu boca
Nos llene de pasión,
Que nos haga remediar
Las viejas heridas,
Que nos haga retomar
El sendero ideal
De esta vida incierta
Que nos transfigura
La percepción de los días,
Y así vislumbrar el destino
De un futuro que no está
Más que en este anhelo
Que tu suave voz murmura.
A.T.
lunes, 19 de enero de 2015
Yo digo...
Yo digo que cantaba
Cuando soñaba con su voz,
Yo digo que reía
Cuando pensaba en su sonrisa.
Yo digo que miraba
Cuando destellaban sus ojos,
Yo digo que hablaba
Cuando me susurraba el recuerdo.
Yo digo que sentía
Cuando su piel se erizaba,
Yo digo que era mía
Cuando al último beso, partía.
A.T.
Cuando soñaba con su voz,
Yo digo que reía
Cuando pensaba en su sonrisa.
Yo digo que miraba
Cuando destellaban sus ojos,
Yo digo que hablaba
Cuando me susurraba el recuerdo.
Yo digo que sentía
Cuando su piel se erizaba,
Yo digo que era mía
Cuando al último beso, partía.
A.T.
miércoles, 14 de enero de 2015
Insignificante
Me encallé en sus ojos
Sus ojos que nunca me hablaron,
Sus ojos devastadores
Donde fijé los míos
Y donde la desidia
Invocó mi desgracia,
La astucia en su mirada
Y en la mía, la fantasía
De una vista encantada;
Si volviera a verle
Ese par de profundos
Y abismales ojos
Desearía la ceguera
Antes que el despojo
De mi vida ante ella.
A.T.
Sus ojos que nunca me hablaron,
Sus ojos devastadores
Donde fijé los míos
Y donde la desidia
Invocó mi desgracia,
La astucia en su mirada
Y en la mía, la fantasía
De una vista encantada;
Si volviera a verle
Ese par de profundos
Y abismales ojos
Desearía la ceguera
Antes que el despojo
De mi vida ante ella.
A.T.
jueves, 8 de enero de 2015
Curarte las heridas

Puedo pecar tanto pero
No puedo concebir milagros,
De eso estoy convencido,
Tengo dones y magia
Y quizá algún poder escondido
Pero un corazón roto
Queda así de descosido;
Y ni mencionar las heridas
Que siguen abiertas y sangrantes,
No podrían sanarse
Aunque invoquemos
A todos los santos,
Ni mis palabras podrán
Curarte las heridas, amor mío.
A.T.
lunes, 5 de enero de 2015
LO QUE DEJAMOS ATRÁS
Un mar de llanto
que desemboca
en un camino desierto
para transitar luego
un adiós incierto.
Y escapar de ti,
un rostro conocido
ante miles desconocidos;
dejando atrás el dolor
de un amor absurdo.
Una noche oscura
por una luna que no dura,
una voz que no llama
y una llama apagada
dentro del corazón.
Qué más da una aventura
o alguna otra locura,
un beso roto y ausente
un cuerpo deseoso
de una ilusión disidente.
Olvidar entre sábanas
aquellos viejos días
dejar atrás las alegrías,
ver entre rendijas
el olvido que cobijas.
Y volver la vista,
continuar el sendero,
guardar los sueños
y no mencionar el secreto
de lo que aún quiero.
que desemboca
en un camino desierto
para transitar luego
un adiós incierto.
Y escapar de ti,
un rostro conocido
ante miles desconocidos;
dejando atrás el dolor
de un amor absurdo.
Una noche oscura
por una luna que no dura,
una voz que no llama
y una llama apagada
dentro del corazón.
Qué más da una aventura
o alguna otra locura,
un beso roto y ausente
un cuerpo deseoso
de una ilusión disidente.
Olvidar entre sábanas
aquellos viejos días
dejar atrás las alegrías,
ver entre rendijas
el olvido que cobijas.
Y volver la vista,
continuar el sendero,
guardar los sueños
y no mencionar el secreto
de lo que aún quiero.
miércoles, 31 de diciembre de 2014
Al cumplir mis 36 años
Hoy este corazón debe de estar inmóvil
puesto que no mueve a otros corazones;
pero, aunque yo no pueda ser amado,
dejen que ame todavía!
Mis días descansan en las amarillas hojas;
las flores y los frutos del amor se han ido;
¡sólo el gusano, la corrupción y la pena
son exclusivamente míos!
El, fuego que consume mi pecho
está solo como una isla volcánica;
ninguna antorcha se enciende en su llama
que es pila funeral.
La esperanza, el miedo, la preocupación,
la exaltación del dolor, la fuerza del amor,
no están para que yo las comparta,
sino para arrastrar su cadena.
Pero no es ahora, ni en este lugar que conviene
que tales pensamientos sacudan mi alma,
cuando la gloria viste el féretro del héroe
o ciñe su frente.
¡Veo en torno de mí la espada, el estandarte
la campaña, la Gloria y Grecia!
El Espartano, protegido por su escudo,
no era más libre.
¡Despierta! (Grecia no, que está en vela.)
¡Despierta, espíritu mío! Averigua por qué
caminos
tu sangre vital llega de su fuente original,
y luego golpea en lo vivo,
pisotea a esas pasiones que resurgen
-¡virilidad indigna!-, pues para ti
la severidad o la sonrisa de la belleza
debieran ser indiferentes.
¿Por qué vivir si te quejas de tu juventud?
El campo de la honorable muerte
está aquí: entra en la batalla,
y juega tu alma.
Busca -aunque es más fácil buscar que
encontrarla
tumba del soldado, que será la mejor de todas;
después, mira en torno tuyo y elige tu trozo de
tierra
para el descanso.
Lord Byron - 22-1-1824
puesto que no mueve a otros corazones;
pero, aunque yo no pueda ser amado,
dejen que ame todavía!
Mis días descansan en las amarillas hojas;
las flores y los frutos del amor se han ido;
¡sólo el gusano, la corrupción y la pena
son exclusivamente míos!
El, fuego que consume mi pecho
está solo como una isla volcánica;
ninguna antorcha se enciende en su llama
que es pila funeral.
La esperanza, el miedo, la preocupación,
la exaltación del dolor, la fuerza del amor,
no están para que yo las comparta,
sino para arrastrar su cadena.
Pero no es ahora, ni en este lugar que conviene
que tales pensamientos sacudan mi alma,
cuando la gloria viste el féretro del héroe
o ciñe su frente.
¡Veo en torno de mí la espada, el estandarte
la campaña, la Gloria y Grecia!
El Espartano, protegido por su escudo,
no era más libre.
¡Despierta! (Grecia no, que está en vela.)
¡Despierta, espíritu mío! Averigua por qué
caminos
tu sangre vital llega de su fuente original,
y luego golpea en lo vivo,
pisotea a esas pasiones que resurgen
-¡virilidad indigna!-, pues para ti
la severidad o la sonrisa de la belleza
debieran ser indiferentes.
¿Por qué vivir si te quejas de tu juventud?
El campo de la honorable muerte
está aquí: entra en la batalla,
y juega tu alma.
Busca -aunque es más fácil buscar que
encontrarla
tumba del soldado, que será la mejor de todas;
después, mira en torno tuyo y elige tu trozo de
tierra
para el descanso.
Lord Byron - 22-1-1824
jueves, 18 de diciembre de 2014
Tras largos amaneceres
El llanto improvisado
tras largos amaneceres
en el que enmudecen
los profundos gritos
por la noche que partió
y por lo roto que quedó
la imagen viva,
el aliento cautivo,
el mirar empedernido;
y sólo nos restan ahora
bocas desnudas
y desesperados besos
que aguardan, que lamentan,
que susurran, que ven
desde la oscuridad
un corazón en vigilia
aún sin despertar.
A.T.
Sólo un adiós
Una boca
son todas las bocas
una lágrima
son todas las lágrimas
una mirada
son todas las miradas
un beso
son todos los besos
un roce
son todos los roces
un momento
son todos los momentos
una voz
son todas las voces
y un adiós
que sólo sea un adiós.
A.T.
son todas las bocas
una lágrima
son todas las lágrimas
una mirada
son todas las miradas
un beso
son todos los besos
un roce
son todos los roces
un momento
son todos los momentos
una voz
son todas las voces
y un adiós
que sólo sea un adiós.
A.T.
martes, 16 de diciembre de 2014
Caos II
A través del desierto
de una mente desesperanzada
a través de los signos
de un impensado sentimiento
a través de los mares de la sed
a través del caos de la noche
veo el velo transparente de la muerte
quien me guarda de la luz estelar
y me atraviesa la daga lunar
con un blanco filo mi corazón idiota
transformando mi alma en caudales
sin fe en una punzante agonía
de una idea que muere al pie
de una maravillosa ilusión
que expira lento en el vacío
y que perpetua un silencio.
A.T.
jueves, 11 de diciembre de 2014
El camino al final del círculo
Las voces del frío
con suavidad rumorean
el amanecer próximo,
el sol ignoto viene
con sus fauces tiernas
a devorar la oscuridad
de los ojos de la noche;
se vislumbra el camino
de un antiguo andar
sobre la necedad
de un alma incansable
que van en busca
del mundo y del amor
ahora al final
del círculo impropio
que algún dios trazó
para nosotros, tristes
y mediocres humanos.
A.T.
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