Dame un corazón

Para abandonarte
sin sentir remordimiento,
sin derramar una lágrima,
sin esperar otro porvenir,
dame un corazón.

Para que esté vivo,
 y que me permita respirar
y así seguir sin recordar
y no guardar ningún rencor,
dame un corazón.

Para volver a mi camino
o encontrar un distinto destino,
para no verte de nuevo
con los mismos ojos de pasión,
dame un corazón.

Que sea resistente,
nuevo y no tan ingenuo,
que sea más dócil y menos necio
no como el que se rompió;
amor: dame un corazón.


A.T.

Estatua

Doy esta caricia deforme
a tu tacto tan abstracto,
a tu fría piel de mármol,
a tu blanca tez dañada
por el largo andar de los años.

Te abrazo sintiendo
la inmovilidad de tu cuerpo,
y recorro tu silueta
deseando saciarme
con algún leve movimiento.

En tu rostro
la mirada fija
puesta en algún horizonte
que desconozco
y busco descubrir.

En ti la gracia
de la eternidad figura,
en mi se acuna la locura
de verte  y no tenerte;
eres la imagen mi desgracia.




A.T.

Junio

Vendrán nuevas épocas,
no sé si mejores...
Pero creo que habrán
más días invernales,
más frío y nostalgia,
menos besos y amores;
y alguna que otra plegaria
por este retazo de alma
que aún después de tanto
conservo.

A.T.

Huida sensata

Hoy tengo ganas de salir
de ver otra vez el sol,
de vaciar mi cabeza
y de saciar mi corazón.

Prefiero escapar del ayer
y huir de toda esperanza,
pero que me sobre valor
para esperar un mañana.

Quiero ver otros rostros
y apreciar otras sonrisas,
ver como el mundo gira
y no se detuvo aquel día.

A.T.

¿Amor o costumbre?

Es amor o es costumbre
o es que acaso dios quiso
apagar aquella lumbre
donde el sentimiento se esconde.

Es adiós o bienvenida
pero ninguno es igual
el adiós siempre es dolor
y la bienvenida alegría total.

Es éxito o es fracaso
a pesar que no existe un lazo
vivimos una pasión
sin vencimiento, ni plazo.

Eres tú o será otra
aunque tengamos un ala rota
sé que acompañaras mi vuelo
hacia la felicidad remota.

Es amor o es costumbre
no lo sé, ni lo intento,
si quisiera encontrarle nombre
diría que tú eres mi mujer
y yo tu amante, tu consuelo.

A.T.

Intrusa

Me di cuenta que no puedo dejar de caminar,
de afrontar el sol, de existir en un mundo injusto,
de ser ajeno a lo que me rodea
ni a lo que siento.

Me di cuenta que estar abajo siempre sirve
para poder subir algún buen día,
que siempre voy a llorar
aunque sean lágrimas de alegría.

Me di cuenta y me puse a ver el cielo
como cuando era niño, noté entonces
que el color no ha cambiado
y que aún no lo entiendo.

Me di cuenta tal vez muy tarde
que era temprano para escribir
tu historia y también la mía,
decidí que el viento nos escribiría.

Me di cuenta que mientras te pienso
también el café como mi corazón se enfría,
y un temblor me asalta así como de noche
también en el día,  cuando aún rondas mi memoria.

A.T.

Promesas rotas

Como si el infierno no estuviera iluminado,
como si existiera en mi pecho, resistiendo salir,
resistiendo explotar todas las angustias...

Viendo el abismo delante de mis manos
y las palabras cayendo detras de mí,
haciendo la caída tan perfecta...

Mengua la luna y el placer se oculta,
sólo los besos de un amargo sabor
van a mi rescate desde la orilla...

Siempre quise probar el adiós
y la comfortable huída del mundo
y así rompí mis promesas.

A.T.

El día del adiós

Como el fuerte viento
de un noviembre desierto,
así pasaste en frente
y te alejaste por siempre.

Así, como la ráfaga fatal
de un principio y un final,
te fuiste o nos fuimos
pero nunca nos despedimos.

Ahora es tarde
y mañana aún más,
aunque nostalgía se vierta
en mi vida, lejos vivirás.

A.T.

Perdí mi alma

Las horas dóciles de mi vida
en gritos ahogan su partida,
como una funesta burla
ahora la risa es absurda
y mi vista se incrusta
en un paisaje infame
que ve perdida
mi alma.

A.T.