Uno se cansa de estar solo delirando con su ventana en medio de la
calle,
entre la nieve que arrastra su blancor por los callejones
olvidados.
Uno se cansa de salir a buscar la misma mujer con el cabello
largo hasta los pies.
Tal vez en eso consista el arte de la soledad:
escribir repetidas veces la isla con su cielo lila,
y la esbeltez del
faro que derrama su luz sobre nuestro cabello alborotado.
Tal vez sea sólo eso: una brújula sin memoria para el tiempo que vendrá.
Y uno se cansa de estar solo delirando en una isla, abriendo la ventana
de los árboles,
rebuscando entre las hojas una palabra, una rosa en el
jardín sin mar.
Autor: Miguel Ángel Zapata.
Vía: poema-de-amor.com.ar
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