El ardiente verano
viene a morir,
en su mismo fuego
se vino a consumir,
la costa queda fría
el sol descansa al fin,
todo es viento y mareas
todo es intranquilidad,
ningún navío quiere partir
ni yo deseo despertar
solo quiero dormir,
las playas desoladas
y la arena inmaculada
ahora quedan relegadas
y sin huellas de ayer,
no hay mas bañistas
ni mas "fut" de playa,
solo hay nubes negras
que permanecen día,
noche y madrugada,
y en el horizonte
al ocaso mueren ahogadas
y antes que termine
el invierno renacerán
en otras latitudes
con sus mismas
costumbres inesperadas.
A.T.
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