Desilusión,
un fracaso constante
que nos atrapa
en una danza intrépida,
el barco que se balancea
en una mar ahogada,
la perpetua vela
de la llama apagada,
el camino cerrado
de anchas sendas,
el vaso vacío
y saturado de espacio,
la mirada que se alza
por debajo de todo,
las manos que cantan
tapando bocas cerradas,
los infiernos que arden
con hojas quemadas,
el ruido indefinido
del silencio perdido,
aquella sombra distante
del cuerpo y esa alma errante
que se libera con un susurro
de una legión de ángeles,
una muerte que vive en todos,
un todo que termina
y un final con promesa
de una continuación inmortal.
A.T.
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