viernes, 16 de octubre de 2015

Ángel caído


















Ella es un ángel,
Un ángel sin alas
Se arrastra hacia mí,
Decidió bajar del cielo
Y junto a mí habitar el suelo
Vivir en armonía este sueño,
Huyó de su inmortalidad,
Me dio su mano
Para unirse en una piel.
Tomé su aliento puro
Y vuelto fuego
Penetré sus sentidos,
Juntos a placer
Nos volvimos imperfectos.

A.T.

martes, 29 de septiembre de 2015

Reescribir el final














Con mis manos heridas,
Con mi propia sangre,
Con el dolor de mi alma,
Con el corazón destrozado,
Con la última mirada,
Con el tiempo infinito,
Sigo aquí implorando
Aún sin lograr
Reescribir el final
De nuestro destino,
Y volver al principio
Para quedarnos sin camino,
Sin paz, tan sólo queda
La esperanza de volver al polvo,
A nuestro estado original,
Nos uniremos en la tierra
Una vez más y para la eternidad.

A.T.

lunes, 14 de septiembre de 2015

El precio de tu boca















El tiempo enseña
Que todo deseo
Tiene un precio
Que debe pagarse.

La vida tiene de todo
Y todo lo podés tener,
La dicha de la avaricia
A veces es inmundicia.

Pero lo que no se paga
Es el nacer, y nada más,
Entendí que el dinero importa
Pero no es lo que todo lo compra.

Al amar aprendí
De modo muy cruel,
Que si no perdés el alma
En un beso, no es cierto el querer.

Fue con vos que al fin
Al volcarme en tu cuerpo
Pude conocer que con dolor
Pagué tus besos.

A.T.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Adiós último


















Adiós, suena como sentencia de muerte
como si fuera un final inminente,
como cuando termina la función
sin haber entendido el guión.

Adiós, te digo como algo irremediable
como el fuego que arde,
como la víspera de un futuro
que se anunció y nunca llegó.

Adiós, afilada palabra que corta,
que rasga el alma,
que rompe el espíritu,
que parte el corazón.

Adiós, lo que nunca nos dijimos,
el acto final de nuestro cuento
que nunca escribimos.

Adiós, es tan breve la despedida;
Lo que es el fin: cinco letras
y un dolor sin medida.

A.T.

lunes, 10 de agosto de 2015

El día que decidimos nuestra muerte

















El día que decidimos nuestra muerte
Ya era unos años muy tarde,
Ya habíamos nacido
Y arrastrábamos el pecado.

Nuestra inocencia empeñada
No tenía manera de ser recuperada,
Y el reloj ya nos fue dado
Con determinado tiempo.

Incluso el dolor había sido repartido,
Me tocó una porción
De tamaño similar
A la de un inmenso mar.

Y me fue prometido un cielo
Bajo unas rotas palabras
Tan atadas a las épocas
De una resurrección desconocida.

Ya habíamos nacido imperfectos
Aunque con el regalo de un momento,
Ese que ya tiene su justa medida,
Una vida  y una muerte decidida.


A.T.

miércoles, 29 de julio de 2015

También me gustan las Flores (Homenaje a 'Chente' Vázques)












A mí también
Me gustan las flores,
Al igual que a Chente,
Lo digo sin pena.

Soy un hombre
Que gusta de la belleza,
Tengo todo un jardín
Y podría nombrar cada una.

La flor que se llamaba Flor,
La Margarita que no deshojé
La  Amapola que me envició.

Me gustan las Flores,
Las Morales, Las Ramírez,
Las Rosales, Las Gonzales…

A.T.
En homenaje a 'Chente' Vázques.

martes, 14 de julio de 2015

La mujer en el infierno

















Bajó la mujer al infierno
A empeñar el corazón
Por un gramo de belleza
Y una onza de falsedad.

Paseó por los llanos
De palpitantes llamas
Llenándose de jocosidad
Al desdeñar al amante.

Buscó su fortuna
En los vacíos brazos
De la ilusión del amor,
Y se maldijo por el dolor.

Cruzó los mares ardientes
De la pasión desmedida,
Surcó cielos oscuros
En medio de su locura.

Y llegó al borde de la condena,
Donde es libre para saltar,
Pero aún así lleva cadenas,
Vestigios de su existencia vana.


A.T.

miércoles, 24 de junio de 2015

Por última vez















Te abrí mis brazos otra vez,
Te sonreí como antes
Y quise besarte como nunca
Pero ya no éramos los mismos.

No nos habíamos olvidado
Y allí estábamos de nuevo,
Cada uno al lado,
Con una distancia abismal.

Platicamos y no invité al silencio
A que nos acompañase,
Pero sonaba a cada rato
No sé si de mi boca, ni porqué.

Y puede ser que te debiera un perdón,
O un abrazo perpetuo al corazón,
Pero aún tengo en la mente
La sensación que todo pudo ser diferente.

Me consolé con tenerte en mi vista
Y por poderte estrechar una milésima
Pero no pensé, no quise, ni imaginé
Que aquella... aquella fuera la última vez.

A.T.

viernes, 19 de junio de 2015

Retrato roto













Cuando llego a casa
Se cierne la soledad
Tan oscura y frívola
Como implacable y cruel.

Siento la calma
Sentado en mi cama,
Enciendo el silencio,
Que suena y me acompaña.

Hay una melancolía
Yendo por mi mejilla,
Humedeciendo el rostro
Al recordar viejos días.

Mi pecho es una caja
Que permanece vacía,
El amor se largó
Saqueando mi vida.

Ahora bebo un poco
Y el vino me vuelve loco,
En cada sorbo desespero
Y mi mente duermo.

Hay una imagen tuya
En mi cabeza abstraída,
Que con un revólver
Me dispongo a romper.

A.T.

martes, 2 de junio de 2015

Amiga eterna













Aunque me reciba en sus fríos brazos
Y me dé un beso que me inmortalice
La muerte seguirá siendo
Una vieja y querida compañera.

Dueña del reposo eterno
Y del tiempo limitado,
De esta vida y de la siguiente
Seguirá siendo mi vieja amiga.

Amante del sepulcro
Y creadora de llantos
Con un grito imborrable
Vuelve eterno el último suspiro.

Y me llevará a su profundidad
Y me acariciará con oscuridad
Y cuando llegue el momento escrito
Me dará un beso, de todos, el más frío.

Y mientras, yo le esperaré,
Sentado aquí, tomando un café,
O le encontraré al doblar la esquina,
Amiga eterna, pronto convergiremos.


A.T.

lunes, 25 de mayo de 2015

De sangre fría













En un grito te abrazaba,
Con el silencio del latir
Se confundían tus susurros
Ante la nostalgia tan querida.

¡Ven! te decía mi pecho
Que no pudo callar más,
Y en sus vanos intentos
Sólo enloquecía por hablar.

¿A dónde irás? Mis brazos dudan
Sobre cuándo a ellos volverás,
Y se cuestionan si mis recuerdos
Algún día olvidarás.

¡Oh mujer de reptil proceder!
Tu sangre fría me mordió
Y tu alma hostil me hirió
De muerte, de una muerte lenta.

A.T.

martes, 12 de mayo de 2015

Sin un adiós












Un beso es perpetrar
un asalto perpetuo
al corazón,
es concebir tiempo
y derroche de aliento
y sobrevivir al ayer
con tal de recibir
de nuevo el ansiado
roce de sus labios
sin un adiós.