martes, 17 de marzo de 2015

Horizonte












Si en una noche como ésta
ves mis manos que tiemblan,
y mis ojos que no voltean
a vigilar tu mirada funesta;
arranca de ti un grito
que rompa la oscuridad
y el silencio negruzco
para que vuelva mi alma
y el amor a mi espíritu;
así conmoverás la paz
y volveré, a tus brazos,
a tu vida, a tus labios;
pero guarda silencio
si te parece que veo
al horizonte que está
esperando por nacer,
ese horizonte que existe
tan sólo en tu mirar.

A.T.

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