Esparces el rocío cálido
como una mañana de inverno
y te cuelas como la luz
entre densas nubes grises.
Vas sobre el suelo escarpado
y corres como el río en furia
deshojando el misterio del tiempo,
borrando todos los hastíos.
Y vengo a hundirme en ti,
en tu profundidad dichosa
donde mi esperanza reposa.
El futuro promete nuevos bríos
si habitando en tu superficie
del amor me vuelvo artífice.
A.T.
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