lunes, 4 de agosto de 2014

Prolongación (Parte II)













El patético transitar del día
y las horas que me quedan,
todas me llenan las heridas
donde aún rondas tú...

Tú, y de nuevo el recuerdo,
más la parte ingenua del ahora,
de la historia que me relata
cuentos que ya no quiero oír.

Y la tentación aún respira
en mi cuello y en mis sueños,
su agonía me desvela
y la madrugada desespera.

En la niebla temprana
se pierden mis ilusiones,
y de tus manos desiertas
ya no escucho más canciones.

Es pálida la mañana y
la vaga estela de tu nombre se fuga,
ahora vienen nuevos soles
en el mismo triste horizonte.

A.T.
(Continúa: Parte III)

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