lunes, 26 de mayo de 2014

El vaso

















Tu contorno delicado
y tu piel transparente
me seduce a momentos
en los que mi voluntad
cede ante tu implacable figura.

Me has de acompañar
en mis alegrías mas amenas
y en mis tristezas mas necias,
pues tu virtud es serme fiel.

Pero yo no puedo serte leal,
si la mano que te sostiene
es la misma que te deja caer,
todo se reduciría a fragilidad.


Todo lo contienes,
y a veces rebosas,
pero eres indiferente
ante cualquier causa
por la que se te toca.


En tu interior, la esencia,
el elixir que ansío arde,
sea dulce o amargo
tu contenido he de beber.

En sorbos te dejaré vacío,
y existirás sin razón
ni propósito alguno,
y solo quedarán restos
en tu fondo profundo.

Y si en tu fondo duro
no encuentro esperanza
encontraré al menos consuelo
y te llenaré otra vez
hasta que llegue mi duelo.

A.T.

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